Un grupo de 65 jóvenes reeditó la escalada de Fidel, igual número de años atrás, hasta la Comandancia La Plata, en el corazón de la Sierra Maestra. Para muchos era la primera vez, lo que les permitió  comprender a cabalidad el precepto martiano de que subir lomas hermana hombres; también todos coincidieron en la importancia de este tipo de iniciativas para comprender la magnitud de la hazaña de aquellos rebeldes.