
Un hito en ese camino de construcción colectiva del Socialismo
Compañero Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República;
Esteban Lazo Hernández, miembro del Buró Político y Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular y del Consejo de Estado;
Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político y Secretario de Organización del Comité Central del Partido;
Demás invitadas e invitados del Partido, el Estado, el Gobierno y las organizaciones de masas; Queridas compañeras y compañeros de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC):
Es un honor dirigirme a ustedes es este congreso nacional, espacio fundamental para el debate, la reflexión y de compromiso con el acompañamiento activo a la implementación del Programa de Gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía. Reunidos aquí, representamos no solo una profesión, sino un compromiso con el desarrollo de nuestra Patria. La organización que nos congrega (la ANEC) ha sido, por décadas, mucho más que un gremio profesional. Es un pilar científico, un espacio formativo y un aliado estratégico en la compleja construcción económica de la nación cubana.
Transitamos por un momento de extraordinaria complejidad, pero también de profundas definiciones. La economía cubana, sometida al brutal impacto de un bloqueo económico, comercial y financiero del Gobierno de los Estados Unidos, recrudecido sin límites y a múltiples crisis globales; enfrenta el reto de resistir, crear y transformarse.
En este duro bregar el Primer Secretario del Comité Central del Partido (CCPCC) y Presidente de la República Miguel Díaz-Canel nos solicitó y cito, " … la ANEC debe estar en la vanguardia". Nos convoca hoy una realidad con disimiles desafíos, pero también una convicción profunda: Cuba tiene en ustedes, profesionales de las ciencias económicas, una de sus principales reservas para la recuperación y el desarrollo. Recordemos al Comandante en Jefe, líder histórico de la Revolución Cubana, quien afirmó " … la economía es hoy la tarea fundamental de la Revolución". Fidel no lo dijo como consigna, sino como responsabilidad. Y en ese empeño, economistas, contadores y auditores no son actores secundarios, son columnas vertebrales del desarrollo nacional.
El Che, quien nos inspira desde su ejemplo de rigor revolucionario, también advertía: "El trabajo del economista debe ser político. La economía no es una ciencia neutral; o está al servicio de la humanidad o está al servicio de los monopolios". En Cuba está al servicio de la equidad y la justicia social. La ANEC es un ejército de conocimientos. Más de 65 mil miembros que aportan desde la contabilidad hasta la asesoría pública, desde la superación profesional hasta la generación de propuestas para nuevas políticas. Es una fuerza decisiva para hacer avanzar el socialismo próspero y sostenible que nos hemos propuesto. A través de sus sociedades científicas, la realización de eventos técnicos, de la participación en proyectos de investigación, desarrollo e innovación y de su revista especializada, y esta organización ha fomentado un valioso y único ecosistema donde la academia, los centros de investigación y los profesionales en ejercicio convergen. Ustedes promueven la investigación rigurosa y aplicada sobre los desafíos más apremiantes. Sus resultados constituyen un valioso insumo para los complejos procesos de toma de decisión a los diferentes niveles del gobierno. Reconocemos en la ANEC un puente crítico entre el conocimiento teórico y la práctica económica concreta, aportando diagnósticos fundamentados y solucione viables, siempre desde la defensa de nuestros principios socialistas y la soberanía nacional.
Como nos enseñó el General de Ejército Raúl Castro Ruz: "La economía es hoy, más que nunca, una cuestión de seguridad nacional". En este entorno se necesita de una ANEC activa, movilizadora, formadora, propositiva y que se fortalezca como espacio de debate y pensamiento estratégico. Que se inserte con liderazgo en el acompañamiento del Programa del Gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía. Que actúe con espíritu crítico, compromiso revolucionario y vocación de servicio al pueblo. Este 9nº Congreso es punto de inflexión. No basta con resistir, es momento de crear, de innovar, de transformar. Como dijera Fidel: "La Revolución no es obra para contemplarla, sino para construirla". Y la ANEC está llamada a construir en cada rincón de la nación, desde la base. La crisis actual exige acciones concretas. Debemos contribuir a reducir el déficit fiscal, ordenar el sistema cambiario, fortalecer la empresa estatal socialista, asesorar a los nuevos actores económicos, y combatir con ciencia y control la corrupción y la ineficiencia. El fortalecimiento del control interno, la profesionalización de la contabilidad, la certificación de competencias y la mejora de los sistemas de costos, no son acciones técnicas: son trincheras de la Revolución.
Porque como dijera el Che: "No hay nada más revolucionario que la honestidad y la eficiencia". Nuestros profesionales deben estar en los municipios fortaleciendo el desarrollo territorial, en las cooperativas, en los nuevos emprendimientos; capacitando, asesorando, midiendo impactos, corrigiendo desviaciones. La economía no puede seguir siendo un terreno de improvisaciones. Debe ser ciencia aplicada a la justicia. La sostenibilidad de nuestra economía depende de la preparación y el compromiso de las nuevas generaciones. La ANEC dedica esfuerzos sistemáticos a identificar, formar y motivar a los jóvenes talentos en economía, contabilidad e industrial construyendo espacios de intercambios intergeneracional donde se promueva la participación activa, lo que permite transferir conocimientos y experiencias prácticas. Más allá de lo técnico, ustedes inculcan en los jóvenes los valores de la ética profesional, el servicio a la sociedad y el profundo sentido de la responsabilidad que conlleva analizar y gestionar los recursos de la nación. Formamos no solo buenos técnicos, sino economistas y contadores revolucionarios comprometidos con el proyecto social cubano. No obstante, aún estamos lejos de poder sentirnos satisfechos con los resultados. En el nuevo período 2025-2029, será un asunto al cual deberán prestar especial atención por lo que decide en la continuidad de la Revolución. Como organización, tenemos que transformarnos. Fortalecer el funcionamiento interno para lograr irradiar a lo externo, actualizar los documentos normativos, generar ingresos propios, vincular más a jóvenes y estudiantes, y abrir espacios para la investigación científica de calidad aplicada a los problemas del país. El legado de Fidel con la ANEC es imperecedero. Asistió a sus eventos, promovió su pensamiento, valoró su papel. "Nuestros enemigos tienen sus ideólogos, pero la Revolución necesita economistas del pueblo, comprometidos con la causa de los humildes", expresó. ¡Honremos esas palabras! La educación económica del pueblo es una prioridad. Debemos lograr que cada cubano comprenda las medidas, sus causas, sus impactos. Comunicar bien, con transparencia, con datos, con sensibilidad. Combatir la desinformación y formar cultura económica desde la raíz. Como dijera Fidel: "Pueblo educado, pueblo invencible". Este congreso debe salir con una hoja de ruta clara. Más acompañamiento a las políticas del Gobierno. Más propuestas desde las bases. Más alianzas con el sector académico. Más ciencia. Más compromiso. Más combate a los obstáculos internos y externos que frenan nuestro desarrollo.
El camino de la economía cubana es exigente. Los desafíos son significativos, agravados por el persistente y recrudecido bloqueo económico, comercial y financiero que nos impone el Gobierno de los Estados Unidos. En este contexto, el rol de la ANEC como articuladora de conocimiento, formadora de conciencia crítica y facilitadora de soluciones prácticas es más vital que nunca. El congreso que concluye ha servido para reafirmar el compromiso de los anecistas cubanos de perpetuarse como fieles seguidores y defensores del pensamiento y obra del Comandante en Jefe, del ejemplo y firmeza del General de Ejército y de la impronta y continuidad histórica que representa el Primer Secretario y Presidente Díaz-Canel; devino escenario propicio para robustecer empeños en aras de profundizar la investigación científica relevante y oportuna; con seguir invirtiendo en nuestros jóvenes, escuchando sus ideas y brindándoles oportunidades; con extender y perfeccionar su acompañamiento a todos los actores económicos, con agilidad y pragmatismo; con fortalecer la unidad y el debate fraterno y aportador, pero profundo dentro de la organización y con todas las instituciones de la nación. El agradecimiento sincero a los compañeros que durante estos años integraron el Comité Nacional y su Comité Ejecutivo. Ustedes supieron guiar, orientar y resistir en tiempos duros. Su legado es el cimiento del futuro que ahora construimos. Felicitamos con esperanza a los electos en esta jornada. Heredan una misión compleja, pero hermosa: guiar a la organización que agrupa a los que piensan y actúan para que Cuba crezca con dignidad. Los exhortamos a que lo hagan con humildad, con rigor, con pasión revolucionaria. Compañeras y compañeros: no son tiempos fáciles. Pero son tiempos nuestros. Como nos enseñó Fidel, la belleza de una obra se mide por la altura del desafío. Y el desafío es inmenso. Pero también lo es nuestra voluntad. Trabajemos con inteligencia, espíritu innovador y lealtad inquebrantable a la Revolución. Que este Congreso sea un hito en ese camino de construcción colectiva del Socialismo.
¡Sigamos adelante!
¡Con la ANEC al frente, con el Che en el alma, con Fidel en el corazón, con Cuba en el pensamiento y en el deber!
¡Viva la ANEC! ¡Vivan Fidel, el Che y Raúl!
¡Viva la Revolución Cubana!
¡Hasta la Victoria! ¡Siempre!
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