
Lazos históricos que se amplían y consolidan
El triunfo revolucionario de 1959, que culminó con la huida de Fulgencio Batista el 1.º de enero de ese año, sentó las bases para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y la entonces Unión Soviética (URSS). Estos vínculos habían sido cortados por el dictador Fulgencio Batista en uno de sus habituales actos de sumisión a los intereses de Estados Unidos.
Han transcurrido 65 años desde que, en mayo de 1960, Cuba y la URSS retomaran sus vínculos diplomáticos, los cuales se consolidaron hasta convertirse en un ejemplo de respeto y ayuda mutua.

Por eso, en el Salón Portocarrero del Palacio de la Revolución, con la presencia de Miguel Díaz‑Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República; Víctor Koronelli, embajador extraordinario y plenipotenciario de la Federación de Rusia en Cuba; y los miembros del Buró Político Esteban Lazo Hernández, Manuel Marrero Cruz y Roberto Morales Ojeda —presidente de la Asamblea Nacional, Primer Ministro y secretario de Organización del Comité Central, respectivamente—, se celebró este aniversario.
Al intervenir, Lazo Hernández renovó el compromiso de “seguir fortaleciendo y honrando las relaciones históricas y la hermandad que llega a muchas de nuestras familias”.

El Presidente del Parlamento cubano expresó que “en medio de las adversidades la URSS extendió su mano fraterna a Cuba. Juntos enfrentamos bloqueos, amenazas y otros desafíos. También juntos construimos nuestros sueños de justicia social, equidad y desarrollo para nuestros países”.
Por su parte, Koronelli agradeció la organización de este acto que “marca la solidez y madurez de las relaciones entre Cuba y Rusia”.
Durante sus palabras, el diplomático rememoró hitos que demuestran la solidez y el tiempo de los vínculos entre ambas naciones, como la participación de tres mambises rusos a las órdenes de Antonio Maceo en la guerra de independencia de 1896 y la contribución de cubanos en la Gran Guerra Patria (1941–1945).
En la actualidad, “Rusia y Cuba buscan promover proyectos mutuamente beneficiosos y están unidos en la lucha contra el neofascismo”, prosiguió el embajador, quien resaltó el hecho de que Cuba participa como socio asociado de los BRICS desde el 1.º de enero de 2025.

“La amistad ruso‑cubana ha superado momentos difíciles y ahora tiene categoría de estratégica”, aseguró Koronelli, a la vez que enfatizó que Rusia seguirá apoyando a Cuba en su demanda por el cese del bloqueo y la exclusión de la inmoral lista de Estados patrocinadores del terrorismo.
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