Cultura
Foto: Internet

Un Judas del Caribe

Casa de las Américas
Cultura
Fieles al mandato martiano, desde la Casa de las Américas denunciamos este acto grotesco de sumisión a un Imperio que, en su decadencia, pretende imponernos otra vez la Doctrina Monroe.
Hace sesenta años, más de cuarenta mil marines estadunidenses invadieron República Dominicana. El pretexto de entonces era evitar que el país se convirtiera en "una segunda Cuba". Seis décadas más tarde, el presidente Luis Abinader no tiene pudor al colocarse junto al Secretario de Guerra de la potencia invasora, no para pedir cuentas por aquel abominable crimen que costó la vida a miles de sus compatriotas, sino para facilitar el territorio nacional como base de una embestida militar contra la hermana Venezuela y contra nuestros pueblos.
 
Quien antes se prestara a convocar una excluyente (y fracasada) Cumbre de las Américas, el representante de los sectores más entreguistas de la nación vecina, pretende rendir la soberanía nacional, para escarnio de figuras extraordinarias como Juan Pablo Duarte y Máximo Gómez, y para vergüenza del pueblo dominicano.
 
El gran intelectual Juan Bosch bautizó para siempre al Caribe como una frontera imperial. Y varias décadas antes Martí había advertido que nos corresponde el deber histórico de impedir que los Estados Unidos se extiendan por las Antillas "y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América".
 
Fieles al mandato martiano, desde la Casa de las Américas denunciamos este acto grotesco de sumisión a un Imperio que, en su decadencia, pretende imponernos otra vez la Doctrina Monroe.
La Habana, 27 de noviembre de 2025.
Palabras clave
Cuba
Cultura
Sociedad

Haz un comentario

HTML Restringido

  • Etiquetas HTML permitidas: <a href hreflang> <em> <strong> <cite> <blockquote cite> <code> <ul type> <ol start type> <li> <dl> <dt> <dd> <h2 id> <h3 id> <h4 id> <h5 id> <h6 id>
  • Saltos automáticos de líneas y de párrafos.
  • Las direcciones de correos electrónicos y páginas web se convierten en enlaces automáticamente.