Los niños, adolescentes y jóvenes cubanos son el futuro de la Revolución
La Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y la Organización de Pioneros José Martí (OPJM) son dos organizaciones fundamentales en la historia de Cuba, creadas para fomentar la educación, la cultura y los valores revolucionarios en las nuevas generaciones. Han desempeñado un papel crucial en la formación ideológica y social de la juventud cubana.
El 4 de abril de 1961 se fundó la Unión de Pioneros Rebeldes, cuyo lema era «¡Venceremos!». Al año siguiente, se convirtió en la Unión de Pioneros de Cuba (UPC), cuyo lema pasó a ser «¡Siempre listos!».
En sus orígenes, la UPC era una organización selectiva a la cual solo podían pertenecer los niños que lo desearan, siempre que cumplieran ciertos requisitos. Sin embargo, en 1966 se decidió que tuviera un carácter masivo.
«Si queremos expresar cómo deseamos que sean nuestros hijos, debemos decir con todo el corazón de vehementes revolucionarios: ¡queremos que sean como el Che!», expresó el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz el 18 de octubre de 1967, en la velada solemne en memoria del Comandante Ernesto Che Guevara, caído en Bolivia.
Meses después, en 1968, la Unión de Pioneros de Cuba decidió en un Pleno Nacional cambiar su lema de «Pioneros Siempre listos» por «Pioneros por el Comunismo: ¡Seremos como el Che!».
En el Tercer Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), efectuado en abril de 1977, se decidió transformar la UPC en la Organización de Pioneros José Martí (OPJM) y modificar su estructura y funcionamiento, ampliándola hasta el noveno grado. Esto permitió aumentar notablemente su membresía.
Con el objetivo de desarrollar en los niños y adolescentes el interés por el estudio, el sentido de responsabilidad social, el amor a la patria y la solidaridad con los pueblos del mundo, la organización promueve hábitos de trabajo, el orgullo por la historia cubana y el homenaje a nuestros héroes y mártires.
Dentro de la OPJM, los pioneros están agrupados por edades: los Moncadistas, que cursan del primero al tercer grado y se identifican con la pañoleta azul; los del primer nivel José Martí, que van de cuarto a sexto grado y usan pañoleta roja; y los del segundo nivel José Martí, que son adolescentes de séptimo a noveno grado.
En 1986 se celebró la Asamblea Pioneril XXV Aniversario, donde sus miembros señalaron una serie de deficiencias en el proceso docente-educativo y en el trabajo de la organización. Fidel valoró estas críticas como un importante aporte al Proceso de Rectificación de Errores y una muestra de la madurez y el espíritu crítico de los pioneros cubanos, lo que dio pie al desarrollo de los congresos pioneriles.
El primero de estos congresos se llevó a cabo en pleno Período Especial, los días 30 y 31 de octubre y el 1 de noviembre de 1991, bajo la consigna «Somos felices aquí». Los temas abordados fueron el estudio, la significación del lema, las actividades pioneriles y el funcionamiento de la organización.
Por su parte, la UJC se fundó el 4 de abril de 1962, en un contexto de transformación social tras la Revolución Cubana de 1959. Nuestro Comandante en Jefe, Fidel Castro, destacó en varias ocasiones la importancia de la juventud en el proceso revolucionario, afirmando que «la revolución es un acto de amor, y el amor es la fuerza que mueve a los jóvenes». Con esta premisa, la UJC se convirtió en el espacio donde los jóvenes podían organizarse y participar activamente en la construcción de una sociedad más justa.
Siguiendo el ejemplo de Mella, Camilo y el Che, esta organización ha sido fundamental en la movilización de la juventud cubana hacia el desarrollo social y económico del país. Sus actividades abarcan desde la educación política hasta la promoción de la cultura y el deporte.
El Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, ha enfatizado que «la juventud es el presente y el futuro de la nación», subrayando así la relevancia de la UJC en la formación de líderes y en la construcción de una Cuba próspera y sostenible.
Nuestros niños, adolescentes y jóvenes han sabido escribir una admirable historia de trabajo en la formación de la nueva generación. Las múltiples actividades realizadas a lo largo de la historia de estas organizaciones han contribuido a formarlos como futuros hombres y mujeres, quienes tendrán la responsabilidad de continuar la obra de la Revolución.
Hoy, cuando se conmemoran el 64 aniversario de la OPJM y el 63 de la UJC, el llamado a ser Siempre Joven guía a estas nuevas generaciones en su compromiso de salvaguardar la Patria Socialista.
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