Almeida y la certeza de que "¡Aquí no se rinde nadie!”
“¡Aquí no se rinde nadie!”. Esta frase icónica del comandante Juan Almeida Bosque, pronunciada el 5 de diciembre de 1956, marcó un antes y después entre las filas del Ejército Rebelde en la Sierra Maestra.
Juan Almeida Bosque era de esos hombres excepcionales, que desde las privaciones de su cuna humilde, en el reparto Los Pinos de La Habana, Cuba, creció y se formó con los más altos valores de un hijo que desea y lucha por ver su patria libre.
Desde el golpe de Estado del 10 de marzo de 1952, se unió a la causa revolucionaria y conoció a Fidel Castro, a quien siguió posteriormente en el asalto al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953, por cuyo hecho fue condenado a prisión con pena de 10 años; luego de un largo período de encarcelamiento en el llamado Presidio Modelo de la Isla de Pinos (hoy Isla de la Juventud), gracias a la presión popular y a las aspiraciones políticas del gobernante golpista Fulgencio Batista de legitimar su gobierno en elecciones populares, en 1955 fue amnistiado junto a sus compañeros.
En 1955, tras la imposibilidad de desarrollar la lucha en Cuba, junto al resto de los compañeros moncadistas, viajó a México. En este exilio político se preparó en el manejo de las armas y partió hacia Cuba en el yate Granma en el año 1956, junto a un reducido grupo de expedicionarios.
La travesía desde Tuxpan hasta Cuba había sido dura. Siete días donde los expedicionarios sufrieron de constantes mareos y alimentación escasa, y el desembarcar en una ciénaga infernal, habían dejado totalmente exhaustos a los ya debilitados expedicionarios del Granma.
Arribaron por playa Las Coloradas y tres días después la bisoña tropa dirigida por Fidel Castro fue sorprendida en un descampado por el ejército de la tiranía. Quedaron dispersos, a merced de las hordas sedientas de sangre del dictador Fulgencio Batista. Alegría de Pío se conoce desde entonces como el bautismo de fuego del Ejército Rebelde.
Una vez reunidos los dispersos sobrevivientes y ascendidos a la Sierra Maestra bajo el mando de Fidel Castro, Almeida se destacó en la lucha militar contra el ejército gobernante por lo que el 27 de febrero de 1958 fue ascendido a Comandante del Ejército Rebelde y pasó a dirigir la columna Santiago de Cuba.
En marzo de ese mismo año dirigió el III Frente Oriental Dr. Mario Muñoz Monroy, el cual inicialmente adopta el nombre de III Frente de Operaciones en la Sierra Maestra. Tras el triunfo de la Revolución (1959) pasó a ocupar cargos en las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
Su legado va más allá de la lucha revolucionaria, pues incursionó en el arte como escritor y como compositor musical. Además, compuso más de trescientas canciones de las cuales se han hecho varias producciones discográficas. Tres de sus canciones más populares son La Lupe, Mi Santiago y Dame un traguito.
El día 11 de septiembre de 2009 a las, a la 23:30 hora de Cuba, falleció debido a un paro cardiorrespiratorio a la edad de 82 años. Sus restos mortales fueron sepultados en el mausoleo del III Frente Oriental, en Santiago, junto a otros combatientes de la Revolución Cubana.
Este año, cuando se cumple el décimo quinto aniversario de su muerte, el pueblo santiaguero le rendirá homenaje a Juan Almeida Bosque.
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