Ante las intensas lluvias en el oriente, se trabajó de manera rápida, coherente, ordenada y oportuna

GUANTÁNAMO.- En el enfrentamiento a las intensas lluvias que el fin de semana pasado afectaron el oriente del país, principalmente a Guantánamo y Santiago de Cuba, «se ha trabajado de manera rápida, coherente, ordenada y oportuna», señaló el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.

El Jefe de Estado lideró un encuentro celebrado en esta ciudad en el que se evaluaron los daños y las labores de recuperación ante el más reciente evento climatológico extremo.

El intercambio fue conducido por el miembro del Buró Político y Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz. También participaron, la viceprimera ministra Inés María Chapman Waugh, varios ministros, viceministros primeros y otros directivos nacionales, y las principales autoridades de las provincias de Guantánamo y Santiago de Cuba, entre otros cuadros y funcionarios de esos territorios.

Debemos reconocer la manera en que se atendió esta situación, la manera en que se trabajó, sobre todo con los cuadros principales al frente, dando el ejemplo y atendiendo los problemas, enfatizó el Presidente, pero, como todo evento como estos —acotó— tenemos también que sacar aprendizajes.

DONDE MÁS LLOVIÓ

En donde la Sierra Maestra nace —por el este—, teniendo como pórtico los sin pares Monitongos, unas de las alturas morfológicas más distintivas del relieve cubano, está la comunidad de Hatibonico, consejo popular del municipio de Caimanera cercano al territorio ilegalmente ocupado por la base naval de EE.UU. en la bahía de Guantánamo.

A 38 kilómetros de la principal ciudad de esta provincia, fue aquí donde más llovió durante el paso por el oriente del evento climatológico extremo que finalmente derivó en el ciclón Imelda.

El pasado fin de semana precipitaron por estos parajes 684 milímetros de agua. Y hasta aquí llegaron, en la mañana de este jueves, el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, junto a otros dirigentes del país y la provincia.

Los daños al urbanismo y el patrimonio edificado, y al entorno, fueron pocos en Hatibonico, sin embargo, la comunidad estuvo aislada durante dos días por la crecida y desbordamiento del río que atraviesa el pueblo. La mayor parte del año se mantiene subterráneo, pero ahora resumó agua como no se había visto en décadas.

En el poblado viven 784 personas, casi un tercio de ellas, niñas, niños y adolescentes que estudian en el centro docente de la comunidad, recientemente convertido en centro mixto para evitar que los jóvenes de la barriada tuvieran que hacer la secundaria en la cabecera municipal.

Díaz-Canel fue acompañado durante toda la visita por el delegado de la circunscripción, la No. 31, Roilán Basulto, quien con sinceridad y campechanía le explicó sobre cuánto se hizo por los vecinos para eliminar las secuelas de las lluvias.

En conversación con un nutrido grupo de lugareños que lo esperaban, Díaz-Canel, ponderó el trabajo del vecindario. Ustedes, les dijo, han logrado de forma rápida eliminar todo lo feo que dejan eventos como estos y así poder volver a la normalidad.

Hatibonico es la única zona del municipio de Caimanera enclavada en el Plan Turquino, es un área protegida y fue atendida durante muchos años por el General de Cuerpo de Ejército Sixto Batista Santana, por orden del General de Ejército Raúl Castro Ruz. «Él me dio esa orden y nunca me la quitó, por eso yo continúo atendiéndolo a ustedes», dice los vecinos que siempre decía.

Fue una misión que nunca abandonó y por el tremendo cariño que sintió por la gente de aquí y por el entorno, decidió que quedaran sembradas aquí parte de sus cenizas, que están colocadas en un modesto, pero solemne memorial, que cuida la gente del barrio, los maestros y el alumnado de la escuela mixta Pepito Tey, donde también se levanta un aula museo para conocer y estudiar la vida de este icónico combatiente del Ejército Rebelde, quien siempre tuvo el cariño y admiración de todo el pueblo cubano.

Tras la estancia en Hatibonico, Díaz-Canel y Marrero Cruz se dirigieron al cercano asentamiento de Ullao Nuevo, ya en el municipio Niceto Pérez, y también uno de los lugares donde las lluvias fueron intensas durante unos tres días.

Según las mediciones, aquí se acumularon 597 milimetros de lluvias, por lo que el cauce del aledaño Río Seco llegó al poblado, una urbanización rural de 12 edificios multifamiliares de cuatro y cinco pisos donde viven cerca de 1 300 personas.

El Presidente conoció que ante la emergencia, los vecinos, como siempre hacen en estos casos, adoptaron todas las medidas previstas en los planes de enfrentamiento y los estudios de peligro, vulnerabilidades y riesgos.

Entre otras acciones, las familias que viven en las plantas bajas se trasladaron a los pisos superiores, donde fueron acogidos de forma solidaria por sus vecinos.

Gracias al cumplimiento de los planes de contingencia, no hubo que lamentar daños en las personas ni tampoco hubo grandes perjuicios. En estos momentos el efecto directo de las precipitaciones son apenas perceptibles, pero la comunidad continúa los trabajos de recuperación y embellecimiento.

El Presidente conoció de las preocupaciones de su gente, la principal de ellas las filtraciones en techos y entrepisos de los edificios. Atendió las preocupaciones y les comentó que este asunto sería evaluado.

Díaz-Canel felicitó a los habitantes de Ullao Nuevo por la disciplina y responsabilidad mostrada durante el evento hidrometeorológico y por la vocación solidaria que demostraron.

DE DAÑOS Y RECUPERACIÓN

Durante la reunión de evaluación de los daños por las intensas lluvias y el proceso de recuperación, el primer secretario del comité provincial del Partido en Guantánamo, Yoel Pérez García, informó que las mayores afectaciones se concentraron en los municipios de Imías, San Antonio del Sur, Manuel Tames, Niceto Pérez y Guantánamo.

No obstante, las precipitaciones tuvieron un impacto muy beneficioso en los embalses, que tras una situación crítica por la sequía, ahora están sobre el 36 por ciento a nivel provincial, con más de 42 millones de metros cúbicos aportados en los últimos días.

En la agricultura se dañaron unas 371 hectáreas, principalmente de viandas y hortalizas, aunque donde se ha podido entrar se está cosechando y enviando esos productos al consumo social y las placitas. Mientras, en el café se intensifica la recogida del grano con la movilización de estudiantes universitarios y de la enseñanza media de los municipios de Maisí, Yateras y San Antonio del Sur.

En el sector de la Salud, el mayor riesgo está en las arbovirosis, que mantienen altos índices. Se intensifican las labores de prevención y aplicación de adulticida contra los mosquitos en Imías, Caimanera y Guantánamo.

En la educación se han estado certificando todos los centros educacionales para evitar accidentes por posibles daños en la infraestructura. En 13 escuelas no se han reiniciado las clases y se han buscado soluciones alternativas para seguir con las clases.

En la vivienda se reportan 21 afectaciones, tres derrumbes totales, ocho derrumbes parciales; en techo se informó una pérdida total y seis casas con daños parciales.

Entre otras, el secretario del Partido en la provincia abordó las afectaciones en la infraestructura hidráulica, eléctrica y en los viales, con las mayores afectaciones en las montañas.

Pérez García enfatizó en los daños en la vía férrea de Guantánamo a Boquerón, donde seis obras de fábrica pueden poner en riesgo las extracciones desde la salinera por ferrocarril. Se está a la espera que el agua baje en algunos para empezar su rehabilitación.

Aunque el evento climatológico extremo ya pasó, en Guantánamo no se baja la guardia ni la percepción de riesgo. Debido a la persistencia de la inestabilidad climática, la saturación de los suelos y de los ríos, se continúa la vigilancia meteorológica.

Un ejemplo de la necesidad de estar alertas, se tuvo este miércoles, cuando en el Valle de Caujerí se reportaron intensas lluvias y se decidió evacuar a cualquier persona que estuviera en riesgo. Se vigila la calidad del agua y el control epidemiológico.

Para aprovechar los beneficios traídos por la lluvia, en el Alto Oriente cubano se acelera la siembra de cultivos de ciclo corto y de caña, la recogida de café y la cosecha de cultivos varios. Prioridad es, también, la atención a las familias que resultaron afectadas.

La provincia se rige por un sistema de trabajo, informó Pérez García, que incluye reuniones diarias de seguimiento; visita diaria de los cuadros a los municipios afectados; intercambios permanentes con la población e información a todo el pueblo a través de todos los medios de comunicación para explicar y presentar las proyecciones de las labores de recuperación.

EN SANTIAGO DE CUBA

La primera secretaria del comité provincial del Partido en Santiago de Cuba, Beatriz Johnson Urrutia, informó sobre las afectaciones y el trabajo de recuperación en ese territorio, donde el saldo más doloroso fue la pérdida de dos vidas humanas por derrumbes en sus viviendas.

Explicó que desde las 7:00 de la mañana del pasado 26 de septiembre en la provincia comenzaron a reportarse lluvias intensas

Solo en la Gran Piedra, explicó, se acumularon en 24 horas 252 milímetros de precipitaciones, lo que junto a la saturación de los suelos y la pendiente de descenso condujo a inundaciones en asentamientos rurales y urbanos, incluyendo el Caney.

No obstante, las lluvias trajeron un gran beneficio a los embalses del territorio, que incrementaron su capacidad de llenado en 70,2 por ciento. De las 16 presas que hay en la provincia, cinco están aliviando. No obstante, los embalses que abastecen a la ciudad de Santiago de Cuba no corrieron con igual suerte, solo alcanzaron el 30 por ciento de llenado.

Durante las lluvias, centenares de santiagueros tuvieron que ser protegidos, principalmente con autoevacuación a casas de familiares y amigos. Quedan 39 personas guarecidas en un centro educacional.

Varias localidades quedaron aisladas por la crecida de los ríos y las inundaciones. La más afectada fue la comunidad 13 de Agosto, donde se ha empezado a llegar con alimentos y se ha relevado el personal médico que trabajó en la emergencia, entre otras acciones.

Los daños en el sistema eléctrico fueron significativos, con más de 600 afectaciones, entre interrupciones en los circuitos primarios, averías en transformadores y caída de acometidas.

En el territorio trabajan actualmente brigadas de tres provincias para recuperar cuanto antes la normalidad en el servicio, como en zonas de Baconao donde aún no se ha podido restablecer el fluido.

Otra área muy dañada fue el fondo habitacional, con más de 600 afectaciones; 106 de ellas de tipo estructural. No obstante, los mayores perjuicios se debieron a la penetración del agua en viviendas, con la pérdida total o parcial de bienes familiares, como colchones, refrigeradores, enseres y otros útiles, principalmente en los municipios de Santiago de Cuba y Guamá.

Aunque no se han certificado aún, también son numerosas las afectaciones en la impermeabilización de edificios.

En la agricultura, los daños pudieran ser altos en el café, no obstante, se ha trazado una estrategia para recoger más de 120 000 latas del cerezo maduro, de las que ya se han acopiado unas 41 000 con movilizaciones de la población y de combatientes de las FAR.

Son cuantiosos los daños en los viales, tanto en obras de fábrica como por socavación en las carreteras, principalmente en la que enlaza Santiago de Cuba con Pilón.

En la educación y la salud se reportan daños en varios centros, incluido importantes hospitales como el Cardiocentro de Santiago de Cuba, fundamentalmente por filtraciones en los techos.

Como parte de la recuperación, la provincia ha implementado un sistema de trabajo que prioriza, entre otras acciones, la limpieza y erradicación de las secuelas dejadas por las inundaciones, la recogida de café, la cosecha de producciones de la agricultura y su distribución en la red de mercados y centros sociales.

RECUPERARNOS LO ANTES POSIBLE

En el encuentro celebrado en la ciudad de Guantánamo por la dirección del país para evaluar los daños provocados por las intensas lluvias del pasado fin de semana en el oriente, también informaron los titulares y viceministros de las instituciones vinculadas de forma más directa a la recuperación.

El Jefe del Gobierno de la República, Manuel Marrero Cruz, urgió a finalizar el levantamiento de los daños, su certificación, y la ubicación de los recursos disponibles para solucionar los problemas lo antes posible.

Especial atención puso en la vivienda, donde llamó avanzar, pero teniendo en cuenta que a los daños presentes se suman los acumulados por anteriores eventos meteorológicos extremos.

El Primer Ministro indicó acabar de buscar soluciones tropicales al problema de la impermeabilización de los techos, pues las mantas no son la respuesta ideal, como se demuestra cada vez que pasa un ciclón o hay intensas lluvias. A los techos, reiteró Marrero Cruz, tenemos que darle una respuesta ágil. Nuestra gente —enfatizó— merece una respuesta.

LA DIRECCIÓN DEL PAÍS SEGUIRÁ ATENDIENDO LA RECUPERACIÓN

Al concluir el encuentro, el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, ponderó las labores de enfrentamiento.

Resaltó cómo los principales cuadro de las provincias y los municipios estuvieron con las personas en los lugares afectados, algo —señaló— que ha sido reconocido y destacado por la población.

Indicó sacar los aprendizajes dejados por estas lluvias, como mismo se ha hecho en eventos extremos anteriores. Se refirió, por ejemplo, a la realización de nuevos estudios sobre los lugares más propensos a inundaciones y proponer acciones que las eviten, porque, dijo, primero, ponen en peligro a una parte de la población y, segundo, producen afectaciones que se pudieran evitar.

El mandatario propuso al Primer Ministro dar seguimiento por parte de los ministros a los problemas y prioridades que se establecieron en esta reunión, y orientó priorizar la recuperación del fondo habitacional, teniendo en cuenta no construir en zonas con riesgo de desprendimientos o inundaciones o hacerlo de forma ilegal.

Llamó a priorizar la recuperación en la agricultura, y aprovechar estas aguas para incrementar la siembra de cultivos varios y caña.