Salud para todos
Si en Cuba hoy podemos hablar de soberanía, dignidad e independencia se lo debemos a la Revolución. Si hoy este país continúa su paso firme enfrentando cada agresión y empeñado en la construcción de una sociedad cada vez más justa, es gracias a la Revolución.
En materia de salud, a pesar de los empeños por desacreditar este pilar y las afectaciones de la guerra económica que ha debido enfrentar este pueblo, el proceso iniciado en 1959 permitió poner fin a años de una situación sanitaria deplorable, caracterizada por la pobreza, la corrupción, la escasez de recursos humanos calificados y recursos materiales. En pocos años la esperanza de vida de los cubanos se duplicó, llegando a ser en la actualidad de 78.3 años —cifra mayor al promedio de la Región de las Américas—, según la Organización Panamericana de la Salud.
De los 97 hospitales existentes en 1958, con 28 536 camas, y de los cuales solo uno era rural, al día de hoy se cuantifican 451 policlínicos, 11 548 consultorios del médico de la familia, 149 hospitales y 12 centros de investigación. Otros centros primordiales son los 153 hogares maternos, 113 clínicas estomatológicas y los 158 hogares de ancianos con que cuenta el sistema de salud cubano.
Gracias a la voluntad política y el espíritu transformador, la única facultad de medicina que existía en 1959, rápidamente se multiplicó hasta llegar a contar con 13 universidades de Ciencias Médicas y varias facultades en todo el territorio nacional. En ellas se han formado miles de profesionales de Cuba y varios países del mundo. Un ejemplo de ello, es la Escuela Latinoamericana de Medicina, de la que han egresado decenas de miles de galenos, que hoy salvan vidas en los más diversos lugares.
Junto al orgullo de ser cubano y el patriotismo, la Revolución afianzó los sentimientos de solidaridad e internacionalismo en el sector de la salud. En fecha tan temprana como el 15 de junio de 1963 salieron hacia Argelia 30 médicos, 2 estomatólogos, 14 técnicos y 8 enfermeras a brindar sus servicios. También se pueden citar ejemplos como la ayuda prestada para combatir el Ébola y la Covid 19, o la Misión Milagro que le devolvió la visión a miles de personas en el continente americano. Actualmente unos 50 mil colaboradores cubanos de la salud prestan servicio en 67 países.
Durante estos años se han perfeccionado y desarrollado protocolos y programas que son referentes: La atención al Adulto Mayor, los programas de Trasplantologia, la lucha contra el SIDA y el programa de vacunación por solo mencionar algunos. Este último permite proteger a los niños cubanos contra 13 enfermedades, desde su nacimiento.
El exitoso enfrentamiento a la más reciente pandemia demuestra la robustez del sistema de salud y de otro de los pilares construidos a lo largo de estos 13 lustros: el desarrollo científico y biotecnológico. No es casual que se haya llegado a la creación de tres vacunas y dos candidatos vacunales contra la Covid-19. Cuba se convirtió en el primer país del mundo en implementar la vacunación pediátrica contra esta enfermedad, y todo esto en medio de un bloqueo recrudecido que nos negó hasta el oxígeno.
En medio de la difícil situación económica que enfrenta el país, debida en gran medida a la guerra económica, comercial y financiera a la que estamos sometidos, el gobierno continúa destinando recursos millonarios para garantizar la vitalidad del sistema de salud pública que brinda cobertura gratuita y universal a todos los ciudadanos.
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