
Mella: bandera de los revolucionarios cubanos
Cuando la brutalidad y el salvajismo vieron en él una amenaza, cuando la impotencia y la sumisión quisieron borrar su obra y su brío revolucionario, cuando traicioneramente le arrebataron la vida, Mella, de manera resuelta y consciente expresó: "Muero por la Revolución".
Y es que, hasta sus últimos instantes, la lucha por una Cuba libre y justa ocupó el pensamiento y la acción de uno de los más auténticos líderes estudiantes y revolucionarios que ha conocido la nación caribeña.
Cofundador del primer Partido Comunista de Cuba, Julio Antonio Mella había demostrado sus ideales antimperialistas y libertarios. Su genuina lucha estudiantil movilizó la colina universitaria. "Nosotros laboraremos con energía y entusiasmo por todo lo que es beneficioso a la clase estudiantil cubana", plasmó Mella en la revista Alma Mater; y trasciende hasta nuestros días como legado de ese joven, fundador de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU).
"Protegeremos a nuestros compañeros, no permitiremos la ejecución de ninguna injusticia y daremos nuestra protección a todos aquellos ideales de reforma y progreso que están en la conciencia colectiva". Esta idea perteneciente a su artículo "Nuestro Credo", publicado en la actual revista de los universitarios cubanos, evidencia la determinación de aquel valiente, que protagonizó una huelga de hambre en protesta a su injusto encarcelamiento.
Hasta México lo persiguieron los sicarios del asno con garras y allí, en una fatídica noche hace 95 años, le pusieron fin a a su fértil vida. Desde entonces, el joven al que Fidel calificó como el que más hizo en menos tiempo, se convirtió en un símbolo para los revolucionarios cubanos. Se cumplía así su profecía de que aún después de muertos somos útiles, porque servimos de bandera.
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