«No había aceras, pero ya las tenemos; las calles eran callejones, pero ya las tenemos casi todas asfaltadas... Todo comenzó hace más de dos años, el 1ro. de agosto de 2021, eso nunca se me va a olvidar. Esta es una comunidad bastante envejecida y se han mejorado las condiciones para tener más calidad de vida».
Como corresponde a su larga y útil vida, Lázara es una de las mujeres más activas de El Morao. No es «El Morado», es El Morao, aquí se dice así y así se ha aceptado; son de esas acepciones, para nombrar oficialmente a un barrio, que tal vez a la Academia de la Lengua no le satisfagan mucho, pero el dicho de la gente a veces es el que hace el hecho.
«No está todo, pero se continúa trabajando por las entidades que apoyan en la transformación, por la gente del barrio y las organizaciones de la comunidad, que están unidas, porque los problemas son uno solo y hay que resolverlos entre todos», agrega Lázara, quejosa de que había perdido una pata de los espejuelos y «no quería que Díaz-Canel la viera así».
«Nosotros necesitábamos este cambio y lo estamos teniendo», afirmó Lumei mientras salía de la bodega y escuchaba lo que decía Lázara. «Y yo también me voy a quedar aquí para ver al Presidente», enfatizó la mulata.
El Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, llegó temprano en la mañana a El Morao, una de las comunidades del consejo popular El Cano-Valle Grande.
Por la barriada liseña, el mandatario iniciaría una jornada que lo llevó luego a dos empresas de la capital donde la voluntad emprendedora de sus directivos y trabajadores les han permitido sortear las limitaciones materiales de estos tiempos, haciendo e innovando.
En dos años de trabajo, en El Morao se ha ido arreglando y transformando todo. El primer gran cambio fue cumplir un viejo reclamo de los electores, una tienda TRD, que se ubicó dentro del complejo comercial de la localidad, que incluye bodega y otros servicios.
Aceras, paradas de ómnibus reparadas, acciones de envergadura en los edificios de cinco plantas que forman el núcleo urbanístico de la zona, terrenos deportivos, reparación y mejoramiento de la escuela primaria, el círculo infantil y los dos consultorios... conforman el largo hacer de este pueblo.
El beneficio es general para una comunidad suburbana de 1 503 personas o 490 núcleos familiares, entre los cuales se les ha prestado especial atención a las 63 familias en situación de vulnerabilidad y a los jóvenes sin vínculo laboral.
Las labores de transformación del barrio incluyen el rescate de un consultorio estomatológico, que ahora funciona con su personal técnico completo, y la reparación de la farmacia comunitaria que está en la misma edificación, obras, como muchas otras, que visitó el Presidente cubano, a quien al llegar a la escuela primaria La Joven Guardia, una niña de primer grado –Noris– se sorprendió al verlo entrar al aula y exclamó con cariño: «¡Díaz-Canel!».
Para el solaz de la gente, también se construye una cancha de fútbol con «todas las de la ley», incluyendo gradas, y se recupera un lugar exclusivo, que pocos barrios tienen: un complejo recreativo con piscina, discoteca y otras áreas lúdicas.
«Y los trabajos constructivos continúan», explicaba al Presidente el joven Juan Carlos Arteaga, primer secretario del Comité Municipal del Partido en La Lisa, donde hay identificados 15 barrios con determinadas vulnerabilidades y hoy se trabaja en la transformación de 11 de ellos.
«Y en todos hay que continuar haciendo –indicó Díaz-Canel–, porque si hay limitaciones materiales para trabajar en lo que tiene que ver con la infraestructura, sí puede hacerse mucho en lo social».
FABRICANDO
De El Morao, Díaz-Canel siguió camino hacia la Empresa Hidroplast, donde estuvo acompañado, como en el resto de la jornada, por el miembro del Buró Político y secretario de Organización del Comité Central, Roberto Morales Ojeda; el primer secretario del Comité Provincial del Partido en La Habana, Luis Antonio Torres Iríbar, y por la gobernadora del territorio, Yanet Hernández Pérez.
Como parte del sistema empresarial del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), Hidroplast produce y comercializa tuberías de polietileno de alta densidad y accesorios, y como sus similares ha permitido la sustitución de buena parte de las importaciones para las obras hidráulicas y de saneamiento que se han ejecutado y se realizan actualmente en el país.
Díaz-Canel recorrió las tres líneas de producción y conoció lo relacionado con el proceso productivo, y se interesó por el desempeño de la entidad según lo que se le exige hoy a la empresa estatal socialista.
Muchas fueron las preguntas, como la gestión de la ciencia y la innovación, la superación profesional, la promoción de másteres y doctorados, la economía circular, la producción de alimentos...
También conoció sobre la responsabilidad social de la Empresa, que se empeñó en saber cuáles eran las familias en situación de vulnerabilidad que había en los asentamientos poblacionales cercanos; investigación que llevó a darles empleo a siete jóvenes madres, que se han capacitado y algunas de ellas operarán una nueva línea de producción de la fábrica.
Díaz-Canel y Morales Ojeda recorrieron también la casita infantil creada en Hidroplast, que con capacidad para 15 niñas y niños ya beneficia a varias madres trabajadoras. Incluso, a partir de las soluciones inmobiliarias que encontraron para habilitar el local a partir de subproductos de sus líneas de trabajo, ahora se están proponiendo fabricar los muebles que requieren todas las casitas infantiles que se abren en el país.
La empresa mixta de envases y embalajes Compacto Caribe S.A., dedicada a la fabricación de cartulina y cartón ondulado, fue otra de las entidades visitadas por el Presidente de la República.
La factoría, vinculada al Grupo Empresarial de la Industria Ligera, da servicio a la mayoría de las empresas exportadoras del país que usan estos empaques, como las del ron, la pesca y los medicamentos; abastece a la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM), y también surte de envases personalizados a formas no estatales de gestión, como mipymes y trabajadores por cuenta propia.
Con tres fábricas en el país, dos en Santiago de Cuba y esta en La Habana, Compacto Caribe S.A. prevé facturar este año 565 millones de pesos (moneda nacional), diez millones de pesos más que en 2022; se propone vender a la ZEDM productos valorados en tres millones de dólares, cuando en 2022 solo facturó allí un millón de dólares; y estima transacciones con las formas no estatales de gestión por valor de 650 000 dólares, 200 000 más que el año anterior.
Más fotos y video:
