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Admirar a Hugo Chávez, nuestro mejor tributo

Marlen Carrasco
PCC
El mejor amigo de Cuba se evoca como un hombre de su tiempo, capaz, elocuente, profundo de pensamiento, con gran capacidad para comunicar y movilizar. Su forma única y especial de reír y hacer reír reafirma su condición de jaranero innato.

Pareciera que 11 años después las alabanzas fueron dadas. Pero cuando se trata de Hugo Rafael Chávez Frías, ejemplo de honor y sacrificio, el tributo nunca es suficiente.

 En las gloriosas páginas de la historia de Cuba está escrito su nombre con letras mayúsculas. Describir la esencia de este líder de pueblo desde su visión aguda, su sonrisa campechana y su entrega a la lucha por la unidad y la paz es el firme objetivo de estas líneas.

La mirada se traduce en futuro, en sueños y victoria. Profunda y penetrante se perfila  y anuncia  la esperanza en tiempos difíciles y  el anhelo de constante libertad y  triunfo. Sus ojos inspiran confianza, voluntad y compromiso.

El líder no fue de esos hombres de esbelta figura. Pero lucía elegante e imponía respeto. La estirpe de luchador, de hombre decidido, valiente y seguro de si mismo, bien lo caracterizan

Presenciar su sonrisa era todo un deleite. Si que lucía jovial, espontáneo, un buen líder carismático , lo define a la perfección.

Conocer a Fidel Castro era una de sus mayores utopías y la cumplió con creces. Ambos compartieron, intercambiaron, se conocieron y crearon una relación estrecha de amistad. Dos seres humanos extraordinarios, me atrevería a llamarlos ídolos.

Pero se mostraron al mundo como hombres modestos, de carne y hueso al fin, buenos padres, amigos, internacionalistas, solidarios ,amantes de la historia, de los pueblos, de  ideas y acciones por el bien común.

Chávez no necesita presentaciones, basta solo con mencionar su nombre, ver sus fotografías,pronunciar ALBA, CELAC, Venezuela, Revolución Bolivariana, Venceremos. El político latinoamericano profesa amor,  más allá de su ausencia física desde el 5 de marzo de 2013, el Comandante venezolano está presente.

El mejor amigo de Cuba se evoca como un hombre de su tiempo, capaz, elocuente, profundo de pensamiento, con gran capacidad para comunicar y movilizar. Su forma única y especial de reír y hacer reír reafirma su condición de jaranero innato.

Muchos lo recuerdan como el líder Bolivariano, junto a Fidel luchando por la paz, denunciando las injusticias contra el pueblo de Palestina, instaurando un gobierno democrático y ofreciendo mejoras a sus compatriotas.

En cambio prefiero rememorarlo por su mirada futurista, su sonrisa natural,su entereza, jugando pelota, caminando Venezuela, Cuba , Latinoamérica o el mundo, sonriendo, dialogando con seguridad, abrazando a niños y personas desfavorecidas, extendiendo la mano a los que necesitan, uniendo y sobre todo aportando al desarrollo socialista

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